Mostrando entradas con la etiqueta Conocimiento del Medio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Conocimiento del Medio. Mostrar todas las entradas

sábado, 14 de febrero de 2015

Solar System.



What Is The Solar System? 

The Solar System formed around 4.6 billion years ago.
The Solar System is full of planets, moons, asteroids, comets, minor planets, and many other exciting objects.

The Solar System is made up of all the planets that orbit our Sun. Everything in the Solar System orbits or revolves around the Sun.
It is true that there are only eight planets. However, the Solar System is made up of over 100 worlds that are every bit as fascinating. Some of these minor planets, and moons are actually larger than the planet Mercury! 


There are eight planets in the Solar System. The four inner planets are Mercury, Venus, Earth and Mars while the four outer planets are Jupiter, Saturn, Uranus and Neptune.
The inner planets (also known as terrestrial planets) are smaller and made mostly of rock and metal.
The outer planets (also known as gas giants) are much larger and made mostly of hydrogen, helium and other gases.






THE EARTH’S ROTATION AND ORBIT


The Earth rotates on its axis. The Earth’s axis is tilted.
This rotation is why we have day and night.
It takes twenty-four hours to complete one rotation.
The Sun shines on one half of the Earth, so it’s day on the half of the Earth that faces the Sun and it’s night on the half of the Earth that faces away from the Sun.
When the Earth orbits the Sun, one hemisphere receives more light and heat than the other. This is why there are different climates and seasons on Earth.







THE EARTH’S MOON.


The moon is the Earth’s only natural satellite.
The moon takes about twenty-eight days to orbit the Earth and it rotates on its axis at the same time.
The bright part of the moon is the part that the Sun is shining on.
The moon reflects this light from the Sun and this is what we see from the Earth.
The moon looks as if it’s changing shape and we call these shapes the phases of the moon.
The six main phases of the moon are:
 






domingo, 19 de octubre de 2014

El aparato respiratorio.



Respirar aire es necesario para mantener vivos a los seres humanos (y a muchos animales). Y ¿cuáles son las dos partes grandes que se encargan de la respiración? Si tu respuesta es los pulmones, ¡has acertado!
Tus pulmones son los órganos más grandes de tu cuerpo y trabajan con tu aparato respiratorio para permitirte inspirar aire fresco, deshacerte del aire viciado e incluso hablar.
Tus pulmones están en tu tórax y son tan grandes que ocupan la mayor parte del espacio disponible. Tienes dos pulmones, pero no son del mismo tamaño como sucede con tus ojos o los orificios de la nariz. En cambio, el pulmón de la parte izquierda de tu cuerpo es un poco más pequeño que el de la derecha. Este espacio adicional en la izquierda da cabida a tu corazón. Tus pulmones están protegidos por la caja torácica, que está formada por 12 pares de costillas. Éstas están conectadas a tu columna en la espalda y rodean a los pulmones para mantenerlos seguros. Por debajo de los pulmones está el diafragma, un músculo en forma de bóveda que trabaja con tus pulmones para permitirte inhalar (inspirar) y exhalar (espirar) aire.




Vistos de fuera, los pulmones son rosados y algo blandos, como una esponja. ¡Pero el interior contiene lo realmente importante de los pulmones! Al final de la tráquea, hay dos grandes conductos llamados bronquios primarios. Uno se dirige hacia la izquierda y entra en el pulmón izquierdo, mientras que el otro se dirige hacia la derecha y entra al pulmón derecho. Cada bronquio primario se ramifica en otros conductos o bronquios, que van haciéndose cada vez más pequeños como si fueran las ramas de un gran árbol. Los conductos más pequeños se llaman bronquiolos y hay unos 30.000 en cada pulmón. Cada bronquiolo tiene aproximadamente el mismo grosor que un cabello.
Al final de cada bronquiolo hay un área especial que lleva a unos grupos de sacos de aire muy pequeños llamados alvéolos. Hay unos 600 millones de alvéolos en tus pulmones y si los pusieras todos juntos, cubrirían una pista de tenis completa. ¡Son muchos alvéolos! Cada alvéolo está cubierto por una especie de malla de vasos sanguíneos muy pequeños, llamados capilares. Estos capilares son tan pequeños que las células sanguíneas necesitan ponerse en fila para poder atravesarlos.


Cuando paseas a tu perro, limpias tu habitación o rematas una pelota de voleibol, probablemente no piensas en inhalar (inspirar) -¡tienes otras cosas en qué pensar! Pero cada vez que inhalas aire, docenas de partes del cuerpo trabajan para ayudar a obtener ese aire sin siquiera pensarlo.

Al inspirar tu diafragma se contrae y se aplana. Esto permite que baje, para que tus pulmones tengan más espacio para hacerse más grandes mientras se llenan de aire. "¡Muévete diafragma, que me estoy llenando de aire!" es lo que dirían tus pulmones. Y el diafragma no es la única parte que proporciona el espacio que necesitan a los pulmones. Tus músculos de las costillas se tensan y hacen que las costillas se muevan hacia arriba y hacia fuera para dar más espacio a los pulmones.
Al mismo tiempo, inhalas aire por la boca y la nariz y el aire baja por la tráquea. Al bajar por la tráquea, unos pelos muy pequeños llamados cilios se mueven suavemente para mantener la mucosidad y la suciedad fuera de los pulmones. El aire pasa luego por una serie de ramificaciones en los pulmones, a través de los bronquios y los bronquiolos. El aire finalmente termina en los 600 millones de alvéolos. A medida que estos millones de alvéolos se llenan de aire, los pulmones se hacen más grandes. ¿Recuerdas ese experimento en que sentías como se hacían más grandes tus pulmones? Bueno, ¡realmente estabas sintiendo la fuerza de estos increíbles alvéolos!
Los alvéolos son los que permiten que el oxígeno del aire pase a tu sangre. Todas las células del cuerpo necesitan oxígeno cada minuto del día. El oxígeno atraviesa las paredes de cada alvéolo y llega a los capilares pequeños que lo circundan. El oxígeno entra en la sangre de los capilares pequeños y es transportado por los glóbulos rojos y viaja por capas de vasos sanguíneos hasta llegar al corazón. El corazón envía luego la sangre oxigenada (llena de oxígeno) a todas las células del organismo.

Cuando es hora de exhalar (espirar), todo se invierte: ahora le toca al diafragma decir "Muévete". El diafragma se relaja y se mueve hacia arriba, expulsando el aire de los pulmones. Los músculos de las costillas se relajan y las costillas se mueven hacia adentro, creando un espacio más pequeño en el tórax.
A estas alturas tus células ya han usado todo el oxígeno que necesitan y tu sangre está transportando dióxido de carbono y otros desechos que deben abandonar tu cuerpo. La sangre regresa a través de los capilares y los desechos entran en los alvéolos. Luego los expulsas en el orden contrario a como entraron: el aire pasa por los bronquiolos, sale de los bronquios, hacia la tráquea y finalmente sale por la boca y la nariz.
El aire que expulsas no sólo contiene desechos y dióxido de carbono, ¡sino que también es tibio! Cuando el aire viaja por tu cuerpo, va recogiendo calor por el camino. Puedes sentir este calor si te pones la mano frente a la boca cuando espiras. ¿Cuál es la temperatura del aire que sale de tu boca o tu nariz?
Con todo este movimiento, te podrías preguntar por qué los pulmones no se atascan a medida que se llenan y vacían. Afortunadamente, tus pulmones están cubiertos por dos capas lisas especiales llamadas membranas pleurales. Estas membranas están separadas por un líquido que permite que se deslicen con facilidad cuando inhalas y exhalas.